9 de abril de 2008

MAN ON THE MOON - lll Parte


- Cómo estai'? - Me pregunta
- Como día Jueves... - Respondo


SUBJETIVO A LAPIZ PASTA
- 4ever



Acaban de llegar al angar... No puedo dejar de sonreír... Siempre me pasa lo mismo, cuando vienen... oh! esta vez es una niña. Las niñas no siempre son mejores. Pero la verdad es que me muero por oír su voz, por saber su nombre y saber si esta vez... me?.... me querrá? Tal vez es como algunos que sólo quieren dulces, juguetes y peluches tiernos... pero... si Eduardo y Max trajeron a una chica esta vez... Me querrá? Le gustará mojarse los pies en mi piscina amarilla?


- Brisac... Sal a buscarlos...

* * * * * * *

Bajan rápidamente ya que, la nave, aterriza a solo unos pasos de un domo. En medio de dos cráteres, silencio, obscuridad, polvo y estrellas... casi la misma nada.

- Ahora hay que tocar tres veces - dice Max apuntando al domo trasluciente - Pero con un golpe a cada uno. Así se nos permitirá entrar a los tres.

Primero golpea Max (primer golpe), el siguiente es Eduardo (segundo golpe), y la chica petrificada se queda, mientras Max la anima, acerca su nariz al borde del domo, cuando en secreto para todos toca (el tercer golpe!).
La luna se estremece de pronto. Un pequeño temblor en los pies y el remezón que levanta polvo suelto, que no suena, la sensacion de temor, de no poder uir que reina en el aire. Luego termina sin un leve decline. El polvo queda suelto, pero poco llama la atención porque, al primer destello de luz se oye, si se oye una alegre música de tambores, clarinetes, tubas, saxos, platillos y tal vez uno que otro instrumento de cuerda. Un pequeño círculo al compás de la música se enancha en el domo, mas y mas, hasta completar el tamaño de los tres.
Antes de entrar ven a una mujer de negro, ropa suelta, pies descalzos, piel blanca, pelo negro, liso y común mechon en oblicuo sobre su frente. Nada mas se le puede apreciar, ya que ese es su rostro.

- Bienvenidos a todos! - Exclama con los brazos abiertos.

* * * * * * *

- Mi nombre es Brisac - No se porque El Hombre de la Luna me bautizó así, tal vez nunca me lo diga, aunque sin duda no tiene relación con mi rostro blanco. Tan sol es una de sus jugarretas y me gusta creerlo. - acompañenme!

Los condujo por el camino azul con barandas donde se ve, abajo, el agua amarilla que tanto nos gusta mirar, se ven los peces negros de ojos blancos nadando en grupo, por los costados el verde abunda y la niña lo nota. Le facinan los pajarillos gises que revolotean en los arboles. Max sonríe al ver sobre nosotros una banda de plumas. Cuantas serán? 100, 200, 300? que mas da. Le explico que esas son las plumas que se han recogido a lo largo de la historia. Todo gracias al primer niño que vino aquí. EL primer niño que salvó al Hombre de la Luna.
Al llegar al precipicio oblicuo, les informo el fin de mi tour, ya que es 'El' quien nos guía ahora.

- Bajen por las escaleras - La voz viene de todas partes.
- Si!!!! Hace tantos años que no hacemos este recorrido!!!!

Con los ojos vidriosos descubro que el viejo Max, se alegra como un niño. Me gusta, tanto que se transformo en mi recorrido favorito. Trato de buscar otro 'aliado' a mi lado. Veo a Eduardo y su traductor, tan inexpresivo, quieto, frío, como muerto, como si le aburriera todo... Esta vez haré algo al respecto.

- Sigo sin saber cual es tu recorrido favorito - Trato de disimular el poco de molestia que siento y él como siempre calla y se encoge de hombros.
- No te preocupes, está cansado- dice max tocandome el hombro
- si... Siempre esta cansado

* * * * * * *

Comienza la banda en escalera mecánica. Sin duda esto lo diseño El, pero no se para que. El descenso es lento y en silencio, atrás queda la música de fondo alegre, ahora todos los cuadrados que existan están frente a mis narices de perro viejo, explotando nuestras mentes con imágenes en movimiento. Animales, automoviles, gotas de agua, zapatos, juguetes, dibujos animados, flores, peces... Prácticamente todo lo que pueda imaginar esta ahí, en uno de esos cuadrados.
El viaje no es para niños le dije una vez, pero que va! Debo decir que es mi favorito, pero no me gusta que la niña pase por esta parte. Me distraigo mirando a un tiranosaurio corriendo por quizá donde.

* * * * * * *

Las escaleras los llevan a un cuarto verde

- Aquí te esperaremos- le dice, suavemente Max.

Brisac la guía, pero solo unos pasos, hacia la puerta en forma de sombra. La niña empuja la puerta, lo único que es suave en todo el cuarto verde, y en esa obscuridad eterna oye una voz cálida

- Ven - Le dice antes que la chica desaparezca cerrándose la puerta.





Acaba de llegar....

que sigue?

Seguirá
en una cuarta parte.....

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