Siempre me gustó leer. No fuí el más letrado, ni el más rápido, ni el lector de best sellers. Pero siempre estaba leyendo algo y siempre tenía libros por leer (así que cuando pregunten si todos esos libros los leí, la respuesta es no, no los leí todos). ¡Ojo! Nunca gasté más de $7000 en un libro, ya que no eran conocidos, originales y saqué varias joyitas te diré.
No sabes lo cortos que se hacen los viajes leyendo. Muchas veces doblaba las hojas, porque habían frases que me gustaban. Una vez terminado de leer, los destacaba con mi marcador naranjo. (también lo hacía en viajes, así que no creas que lo hacía borracho o algo así)
También dibujo. Cuando pequeño no había tantas series animadas como ahora. De echo, siquiera habían tantos canales de televisión. Siempre quise hacerlo bien. Pasaba horas dibujando las caricaturas que veía y si, me gustaba recortarlas. uno de mis sueños de pequeño fue, primero ser astronauta, pero las matemáticas no eran lo mío. luego fue dibujar para películas o series animadas. En ese tiempo comencé a ver películas de Disney y quería estar allí, pasando horas en el zoológico, de viaje por la india o paseándome por Estados Unidos en busca de unos buenos diseños de personajes. Claro, fue ahí cuando supe que estaban apareciendo nuevas formas de animar. Por computadora, por ejemplo. Supe de inmediato que esa escena de la alfombra voladora en Aladdín, la estampida en El Rey León, y el árbol parlante de Pocahontas sería el futuro. Nunca había visto en vivo y en directo un computador, así que a mi corta edad supe que no era mi futuro.
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