FUE - l Parte

...Muchisimas gracias a Natalia...
la KIRSTEN DUNST con pelo negro de ese 2000...
por su sonrisa con margaritas...
quien nunca leera estas lineas...
4ever

Otro vaso en mi mano, se acabo el pisco sour, la tía Mili lo envuelve dentro del basurero, el tío no debía tomar mas porque tiene que manejar así que entre todos nos tomamos el resto de la botella. Nos reíamos de todo, creo que es fácil pasar la noche en esa cocina, con la familia de Roberto. Su hermana, Doris, me avisa que escuche esa canción, la que le recomendé hace unos meses atrás, mi última visita. '...walking with a man called sun, i think my journey's just begun, do you think he'll mind?...' es necesario que Roberto vuelva a la pieza, para conversar otro rato. Cosas de la vida, su novia que no conozco y ya llegó, y volver a bajar el volumen, mientras se sigue pasando la hora. Un vaso con dos hielos, pisco mas bebida blanca, Roberto me lo clava en mi mano, 'sociabiliza' me dice. Lo miro extrañado y recuerdo que afuera se celebra su cumpleaños, es necesario saludar a quien conozca (que deben ser dos o tres).

'...Un segundo más de vida para darte, y mi corazón entero entregarte, un segundo mas de vida para darte, y a tu lado para siempre yo quedarme, un segundo mas de vida, yo a Dios le pido...' un par de pifias y un grito del Chino, pasa por mi lado corriendo y no me ve, pero el Negro si, me abraza, me presenta a su actual novia, sonrío al saludarla, talvez porque se el resultado final de esa relación.

- Y la novia del cumpleañero? - pregunto

- por ahí esta! - hace un gesto con la boca, hacia ningún lado.... - pucha, pero dile que cambie la música... nose po' algo rápido...!

Sonrío antes que suene la salsa de Juan Luis Guerra, inconfundible, El Negro se olvida de mi y se pierde con su novia (que no recuerdo el nombre, total no importa!), entre las notas musicales. Con la vista repaso entre los invitados, me sorprendo de la cantidad, talvez termine hablando solo, pero en ese sillón me encuentro a quien nunca pensé ver jamás... Nunca! Que hace ella aquí?, recuerdo su cara, sus ojos, su pelo, su piel, sus manos, sus margaritas. Margaritas que me dedica por unas milésimas, no creo que más de 5, porque se sonríe con sus amigas, solo un momento su mirada se cruza con la mía.... Tomo aire, sonrío, pero ya no soy ese chico, creo que hoy puedo acercarme a ese sillón en que cómodamente están sentadas cuatro chicas, donde apenas estaríamos tres de nosotros, creo que me podría acercar, pero.... no soy ese chico, a pasado mucho tiempo de que ella viera mi pase escolar, para asegurarse de cual era mi nombre, mucho desde aquella vez en que se con mucha seguridad que me miro por `primera vez, que me reconoció aquella noche... mucho mas desde la primera vez que yo la vi y quede alelado por su belleza, aunque nadie mas lo noto....

Era el atardecer de un día de Agosto, nos preparábamos para la semana de aniversario en mi colegio de curas, entenderán que solo hombres todo el día, menos esa semana de aniversario, que se celebraba con el colegio de monjas de enfrente. La guitarra de Brito, canción roja con muchísima pasión, creo que en el fondo del salón, ya cursaba cuarto medio y no prestábamos mucha atención. El grito avisó: Llegaron las chiquillas!, se sientan y se procede a iniciar la reunión. Cosas triviales, cooperación para los materiales, los concursos, y lo mas importante elegir una reina y un rey. Aquí es cuando mis ojos se clavan en una competidora, no me demore en grabarme su nombre, Natalia. No gano, eso lo recuerdo a la perfección, pero yo bote por ella, Roberto también lo hizo.
En la semana, en pleno aniversario mientras presentaban a las candidatas, Sentado en las graderías conversando a gritos con Roberto digo: 'ella no debió haber salido reina.... Me gustaba mas la otra...Natalia se llamaba.' De pronto las chicas delante nuestro se vuelven y sonríen. Era Natalia y otra chica. 'gracias' me dice y yo, solo sonrojarme y sin poder decir nada. Ese es el instante en que ella me vio por primera vez, me recordo... lo se muy bien, porque dos días después mientras caminaba al lado del malabarista del colegio me saluda.

continuara...