Tuve un sueño anoche, por lo general no sueño, al menos no los recuerdo. Soñé que despertaba en un hospital psiquiatrico, usaba mis jeans viejos, mis zapatillas sucias y no veía a mucha gente, le tenía pavor! Me tenían aislado, con una croquera, lápices y unos libros de fotografía. Así era como la vida me daba otra oportunidad.
Nunca fui de tantos amigos. Es más, creo que la gente no me quiere. Odio el mundo con todo mi ser. Sólo te salvas tú. eres la única persona que amo y amé en la vida. Realmente te fallé, ¡cómo quieres que me sienta? Realmente mal. Es como un pantano con hojas y ramas podridas, oscuras y maloliente. Miras al rededor y ves un enorme cerro, bosques y mucho, mucho pasto. Nunca voy a llegar allí, y lo sé bien, me ahogo poco a poco.
Bellas Artes. Siempre me gustó ese barrio. Tanto artista, sus café, sus comidas, la gente que paseas por allí, los extranjeros, el parque forestal a un costado, al otro ruidosa Alameda y a unas cuadras del centro y la plaza de armas.
Soñaba con vivir cerca, en mi bicicleta me desplazaba, convivía con amigos actores, escritores, fotógrafos, pintores... Lamentablemente nunca fui lo suficientemente artista, para encajar en ese lugar, aunque me gustaba, sabía que no era mi mundo.
Aveces, hijo, duele ser un desastre. Eres un buen niño, desde "mi bebé loco" a "el niño genial", con tus juegos, tu imaginación, tu esfuerzo, tu calor, tu color, tu voz. Te amo. voy a entender si me odias, aun así fuiste mi orgullo, siempre he creído que eres el mejor. Discúlpame y perdóname por no estar a la altura. Te amo hijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario